viernes, 12 de abril de 2013

No soy "la gorda".

Acabo de leer la entrada "Amy, la gorda" en el blog de En busca de la talla perdida... y me he sentido tan identificada que tenía que escribir esto. Otras veces os he contado alguna cosa de cómo me siento con mi peso y esas cosas, pero hoy creo que, de verdad, voy a abrir en canal mi corazón y lo voy a plasmar aquí. Por supuesto que me da miedo, pánico, todos sabemos que por la red rondan alimañas sin respeto que se dedican a faltar al resto y a tratar de hundirles la moral. Si eres una de esas alimañas, para de leer aquí y vete por donde has venido, no eres bien recibido. A los demás, podéis seguir.
Hace unas semanas os hablaba de "El plan". A día de hoy os diré que tras dos semanas de plan, fracasé estrepitosamente. Llámadlo bajón, llamadlo principio de lumbalgia, artrosis en ambas rodillas... podéis elegir la excusa que queráis, tengo una colección de ellas. Lo importante es que fracasé. Y sí, tuve algo de lumbalgia y algo de artrosis (la tengo crónica desde que me atropelló un coche hace ocho años), pero nadie me puso la comida que no debía ingerir delante, ni me pusieron una pistola en la sien para que me cebara cual gorrino destinado a la matanza. No. Fui yo. Yo y mi grandísima falta de voluntad. Mi peor enemiga soy yo misma, lo sé, es lo que hay y trato de cambiarlo.
A día de hoy me digo todas las mañanas que es el día de retomar "El plan", de volver a ponerme en serio con el ejercicio y ponerme firme con la comida. El día de ser fuerte. Pero caigo. El día que encuentre los motivos de mi "debilidad", daré una fiesta.
El post de Carmen habla de aceptarse o esforzarse por cambiar a lo que queremos ser. Y yo me acepto, tengo mis días, como todos, pero me acepto. Y también quiero cambiar. Porque ambas cosas no están reñidas. Siempre he dicho que quiero adelgazar por salud, y en una grandísima parte es así, pero no es 100% cierto. Mentiría si dijera que me miro al espejo y me veo bien, que me siento completamente bien al verme reflejada. No es así. Nunca. Ya no es que tenga un mal día y me vea más gorda o más fea o con malos pelos, no, es que me mire el día que me mire siempre acabo diciéndome "Ay, Vanessa, qué bien estarías sin este triponcio, o sin la lorza esta de aquí. Qué bien estarías con 20 kilos menos". Y en ese momento me doy cuenta de que, realmente, no me acepto físicamente, a veces ni siquiera me respeto.
Ahí empiezan los problemas. Pedimos respeto y las primeras (al menos en mi caso) que muchas veces no nos respetamos, somos nosotras mismas. Eso no quiere decir que los demás tengan carta blanca para insultarnos o maltratarnos de cualquier manera. Como bien dice Carmen, "Gorda" es un calificativo, pero se ha cargado de tanta negatividad que, según quién y cómo lo use, puede destrozar al receptor. Y es así. No es que usemos el término "mujer real" por buscar un eufemismo, (hablo en todo caso de mi manera de ver las cosas), no, lo usamos porque es un término que no puede malinterpretarse. No puede ser ofensivo para nadie porque, queridas, TODAS somos reales, TODAS tenemos un día en que nos vemos divinas y otro en que preferiríamos volver a la cama y enterrarnos en la mantas hasta que se nos pase la tontería de vernos horripilantes. Hasta la más divina. La cuestión está en vencer la tentación de escondernos, plantarnos nuestro mejor modelazo y decirle al mundo que tienes un mal día, sí, pero estás al pie del cañón.
Y es difícil. Es difícil no ceder a nuestro instinto de supervivencia. Es difícil no rendirse. Es difícil tratar de cambiar cuando todo son trabas y piedras en el camino. Comentaba en el blog de Carmen que aún recuerdo el día que bajaba andando de trabajar y me gritaron "Gorda" desde un coche. Ese mismo día pasó dos veces, las dos bajando de trabajar. Primero fue un chico en bici, después el del coche. Y sé que probablemente esas dos personas tengan el cerebro del tamaño de un guisante y la sensibilidad y el respeto hacia los demás se les quedara en el útero de sus madres, pero me dolió lo mismo que las palizas que me daba mi compañero de clase en el colegio por gorda y por "gafotas". Igual que todos los insultos que me comí desde los 9 hasta los 17 por gorda y por "gafotas". Nadie insulta a un figurín que corre por el parque, o a un señor mayor que va a andar con su radio y su bastón, ni a las amas de casa que se dan su paseo matinal cuando dejan a los niños en el cole. Pero a la gorda que anda o corre o patina o nada hay que insultarla, a la gorda que hace ejercicio en la calle o, simplemente, en público, parece que hay que faltarle al respeto por norma. Y no, señores, porque yo estoy gorda, pero soy tan persona como cualquiera y me merezco el mismo respeto (hablo en primera persona porque queda más como un "manifiesto"), no me merezco palizas ni insultos, no me merezco malos tratos. Soy una PERSONA no un trapo que se puede pisotear hasta que quede inservible.
Puedo decir orgullosa que he sobrevivido a lo que, ahora, se llama bulling, al maltrato escolar al que me vi sometida durante 12 largos años sin que ningún profesor hiciera nada en absoluto. Y todo porque era la gorda y la que llevaba gafas. El primer día que pisé una clase de la universidad, casi doy una fiesta, os lo prometo, fue la primera vez en mi vida que vivía en un ambiente estudiantil en paz, sin preocuparme del qué dirán". Pero lamento decir que la odisea no acaba ahí, la odisea sigue cada día en la calle, en las tiendas cuando la ropa no te va o la dependienta ni siquiera se digna a enseñarte nada alegando que "no hay talla para ti", de fiesta cuando todas tus amigas ligan y tu eres el posavasos... La odisea sigue todos los días, a todas horas, y por eso hay que luchar. Tenemos que luchar por aceptarnos y querernos y por cambiar lo que no nos gusta.
A ver si me aplico el cuento.
¡Un beso!

9 comentarios:

  1. Leí el post de Carmen y hoy he leído el tuyo, de verdad que sois un ejemplo para mucha gente. Yo también tengo falta de voluntad para muchas cosas, pero en esos momentos visualizo el objetivo que quiero conseguir y entonces saco fuerzas de donde no las hay. Una persona que pesa más de lo que le gustaría tiene dos opciones, o conformarse o luchar contra ello. Si tú te miras al espejo y no te gustas yo te animo a que intentes cambiar la situación. Al principio cuesta un poco perder peso (lo digo por experiencia, que hubo una época que me pasé de kilos), pero una vez que empiezas a ver los resultados en la báscula y en la ropa la motivación va en aumento y es más fácil cuidarse por el miedo a volver a ganar esos kilos perdidos. Al menos es lo que me pasó a mí. Y si te sirve de consuelo, yo era delgada y en el insti también se metían conmigo, en mi caso por tímida. Un beso.
    http://merysintacones.blogspot.com.es/

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  2. Ahhhh, y aunque te cuides y pases un pelín de hambre entre semana, resérvate un día a la semana para disfrutar de la comida a tope ehhh?

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  3. No tengo palabras, creo que lo has plasmado perfectamente. Por desgracia la sociedad que vivimos es materialista y como dices muchas veces ni siquiera sabemos respetarnos nosotros mismos. Te mando muchos animos y ojala que llegue esa fuerza de voluntad para conseguir todo lo que te propongas. Un besazo.

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  4. Hola,

    Nunca he comentado en tu blog, pero hoy no puedo irme sin decirte que creo que sé cómo te sientes y que no estás sola. Que somos muchas las que muchos días no nos gustamos, o nos horripilamos de nosotras mismas.

    La sociedad está hecha así y ahora toca despreciar a las personas con sobrepeso, y eso nos hace sentir mal, muy mal. Pero piensa que hay mucha gente abierta y tolerante, a la que no le importa el aspecto externo y sí lo que hay dentro del cuerpo, sea como sea este cuerpo.

    La vida tiene mil facetas maravillosas, y tenemos que aprender a disfrutar las cosas buenas y tenemos que aprender a permitirnos ser felices, a no castigarnos, a ser nosotros mismos y vivir la vida plenamente.

    Muchos besos!!!

    Maribel.

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  5. MUCHO ANIMO Y SI REALMENTE QUIERES CAMBIAR PIENSA QUE PUEDES NO TE RINDAS.
    EMPIEZA POR IR CAMBIANDO LOS HABITOS POCO A POCO, HAY QUE COMER DE TODO CONTROLANDO EL ACEITE Y CANTIDADES, DE 5 A 6 INGESTAS DIARIAS, TE DARIA MAS CONSEJOS, PERO LO IMPORTANTE ES QUE TU ESTES PREPARADA PARA AFRONTAR ESE CAMBIO QUE ES LARGO Y DURO CON MUCHOS MOMENTOS DE BAJON PERO SI LOS SUPERAS...TE SENTIRAS GENIAL.

    SI NECESITAS CUALQUIER COSA, YA SABES...

    BSS

    RUTH A.
    http://www.ruthazofra.es/index.php/el-blog-de-ruth/2372

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  6. Te leo habitualmente pero nunca he comentado, tengo que decir, que no eres la única, ya sé que no es consuelo saber que hay más. Es duro tener que luchar contra todos y a la vez contra ti misma porque no te acabas de ver bien, hay días que te levantas con buen pie y otros que es imposible mirar al espejo.
    Yo también pasé por bulling en el cole, por mi talla, por mi timidez y por empollona, pero lo que entonces veia era que por "gorda" me venian todos los problemas y mirando desde la perspectiva que da el tiempo ves que no era sólo eso, que la gordura era la forma más rápida de atacarme y hundirme. Con la edad, el cambio de ambiente y demás, vas saliendo adelante, pero al final, si tú no eres capaz de generarte un poco de autoestima, el mundo exterior te va a destruir. Todavia estoy en la batalla de ser capaz de crearme un escudo para que no me afecten las miradas despectivas de algunas dependientas o de según que gente por la calle. Y todo porque no tengo fuerza de voluntad para ponerme las pilas y salir a correr y quitarme de los caprichos de comida que me genera el estrés. Así que ya estoy luchando por verme bien y pensar en la gente que me quiere tal y como soy, los demás si no me quieren, no saben todo lo que se pierden. y a tirar pa´lante.

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  7. Ainssssss Vanessa, cuanta verdad, cuando dolor, cuanta pena en todo lo que escribes. Yo soy tú, tu eres yo, todas somos una en esta lucha...Por desgracia, nuestras vivencias son todas parecidas. Todas hemos sufrido burlas, a todas unos descerebrados nos han llamado gordas... Un vez, hace unos 10 años, estaba en una tienda mirando ropa y dos chicas parecían disfrutar de los lindo riendose de mi. Ese día, tenia el alma guerrera y me planté delante de ellas desafiándolas a que me explicaran que pasaba! Cara a cara la valentía se desvanece... Pero hubo otras veces en las que frente a un insulto quise morir... No es fácil... Básicamente, creo que si los demás nos aceptasen tal y como somos, nosotras seriamos felices! Pero claro, las miradas se pasan el día recordándonos que somos diferentes... Y todavía podemos dar las gracias de vivir en un país latino, dónde las formas son corrientes. En Francia es un verdadero infierno, mucho más duro que aquí... Pero no nos queda otra que luchar y tener la cabeza bien alta porque no somos ningún asesino y valemos como el que más. Yo puede que hasta peque de chulería pero a base de hacerte fuerte, a veces hasta te pasas ! jajajajajaaja Y lo del plan, no te martirices. Marca pequeñas metas y piensa que es un camino a largo plazo!
    Muasssssssssssss

    Eve

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  8. Mujer! A mi me sobran 40 kilillos (sí, kilillos... porque si no fuese porque no me encuentro bien, me daría lo mismo seguir siendo gorda) y estoy en proceso de bajarlos. Me está costando mucho porque todo es fruto de una medicación que he estado tomando, muy fuerte (tengo fibromialgia).
    Lo estuve pasando fatal, he recibido muchos insultos, he visto como mis vecinos cuchicheaban entre ellos hablando de mi cambio brusco de peso y no fue agradable... pero oye! Sigo siendo yo, la persona no ha cambiado y aunque me sobren esos kilillos yo estoy orgullosa de ser como ser.

    Al fin y al cabo, tanto gordos como flacos vamos a acabar todos en el mismo lugar, no vale la pena amargarse por eso :)

    Mucho ánimo linda!!! <3

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  9. Muy buen post pero me gustaría que no te sintieses así.
    Acéptate tal y como eres, es difícil, pero cuando tú lo hagas lo haràn los demàs...si no encuentras ropa, puedes aprender a hacerla y así hacerte lo que te de la gana, ponte bonita, maquíllate, ve a la pelu (perdona, pero no sé si lo haces, por eso lo digo), en definitiva haz cosas que te hagan sentir bien, y queda con gente con la que realmente estés agusto y seas tú misma.
    Cambia lo que no te guste, pero poco a poco, y espero que te encuentres mejor, porque no se trata de estar flacas o rellenas, se trata de sentirse segura con una misma sea cual sea la talla!
    Mil besos

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