La última del año

Última entrada del año. Supongo que mañana estaré muy liada o demasiado cansada o, seguramente, quiera echarme una siesta después de haberme levantado a las cinco de la mañana para ir a trabajar. Así que no creo que me de tiempo a escribir esto. Como suele ser típico en estas fechas, hago balance de este año que, por decirlo finamente, ha sido muy duro. En lo personal y en lo laboral.
Realmente, por el trabajo "no puedo" quejarme. Y es que con los tiempos que corren, tenerlo, ya es mucho. El trato que recibo en él... pues bueno, es lo que tiene ser externa en una cooperativa, eres el último mono y, además, si eres de las más jóvenes, te vas a casa antes que el resto y demás... pues pierdes puntos. Claro que, como contrapunto, cobro menos de la mitad que mis compañeras. Aunque creo que eso no justifica en absoluto el trato.
Comencé el año inmersa en una relación de amistad absorvente que ya venía debilitada, pero, cabezota de mí, intentaba fortalecerla sin conseguir más que hacerme daño a mí misma. Quizá fuera egoísta por mi parte cortar esa amistad definitivamente, pero me siento liberada y, me pregunto, ¿para qué estar con una persona, sea pareja o amigo/a, que sólo nos hace sufrir? Pues eso.
Y el año termina doliendo. Un dolor profundo y una herida que tardará en curarse, porque a las personas que se quiere, no se las olvida, por mucho que se vayan para siempre y no vayan a volver. Siempre quedará el recuerdo de los años vividos y las experiencias junto a esa persona. Y, claro, duele. Cuando un familiar se va, siempre lo hace. Y él se fue demasiado rápido. Sin avisar. Aunque se fue feliz, nosotros, aquí, nos quedamos muy tristes. Hoy, pasados solo dos meses, aún sigo triste. Sé que él no lo querría, pero no puedo evitarlo. Desde aquí y desde lo más profundo de mi corazón, le mando un beso y un abrazo y le digo lo que tan pocas veces le dije en vida: Te quiero mucho, abuelo.
Supongo que el año habrá tenido sus cosas buenas, no lo dudo. Un concierto de uno de mis grupos preferidos, un viaje con mis amigas a un sitio que, para nosotras, siempre es especial, fiestas con otros amigos... Esas pequeñas cosas que hacen el día a día y, a menudo, no les damos importancia...
Ahora me queda afrontar el año nuevo con energías renovadas. Más que dispuesta a volver a pulsar el botón del "Clic" y dar otro cambio de esos que me hacen falta. Aprender más, comprenderme mejor, aceptarme más...
Este año no me hago propósitos, me marco metas:
- Perder peso, por salud, no por imágen.
- Seguir escribiendo.
- Ser más constante con el blog y enseñaros más looks, maquillajes...
- Etc.

Que tengáis una muy buena salida de año y FELIZ 2012!!!

PD: Mil gracias a todas las que me seguís y comentaís. Prometo enseñaros mi look de Nochevieja :)