lunes, 18 de marzo de 2013

El Plan

¡Buenos días!
Os tuve un poco (bastante, por no decir del todo) abandonadas la semana pasada y es que fue una semana de mucho ajetreo personal y profesional.

Creo que ya os comenté hace algún tiempo que mi madre iba a ser operada de reducción de estómago. Pues bien, nos dieron fecha y estaba casi al 100% seguro, ya estábamos preparándolo todo para que no llegara el día y nos pillara "en bragas", cuando nos llamaron para decir que faltaba el resultado de una prueba y que ESA prueba determinaría si finalmente se operaba el día 25 o no. Esa prueba era una biopsia que se hizo el 20 de junio y que buscaba, casi específicamente, una bacteria llamada Helicobacter Pylori. Si daba positivo, la operación se pospondría hasta que el bicho se fuera. Y así fue, dio positivo. Y ahora nos toca esperar, otra vez.

Con la operación tan inminente tocaba, además, ponerse manos a la obra y dejar de posponer uno de los objetivos que me había puesto este año y que siempre encontraba una excusa para dejar para otro día. Me había propuesto un cambio de hábitos que no acababa de llegar por pereza, vagancia y falta de ganas, pero que al final he puesto en marcha. No es una dieta porque no quiero que acabe un día y todo vuelva a ser como era, es un cambio de rutinas. Algunas, con el tiempo, podré dejarlas, otras espero que se queden para siempre.

Principalmente hay dos cosas que estoy haciendo: bici (estática) todas las mañanas cuando vuelvo de trabajar y reducir cantidades de comidas.

La bici llevaba acumulando polvo ni sé el tiempo, la veía y me daba pereza subirme, pero el lunes pasado me dije "Hoy es el día", me calcé unas deportivas más viejinas y me subí. 15 minutos, lo que aguantó mi rodilla sin agonizar. Reconozco que el primer día fue duro, el segundo ya no me dolió tanto, aunque no quise forzar y me bajé también a los 15 minutos. Hoy ya ni se ha quejado... Como soy un culo inquieto y lo de mirar a la pared mientras pedaleo no va mucho conmigo, me cojo un libro y ale, a darle a los pedales. Así estoy entretenida...
Más conocida como potro de tortura

Lo de las comidas lo llevo bien. Como de todo en menor cantidad y un par de días a la semana me ceno un yogur con cereales o fruta, mientras que el resto he reducido considerablemente la cantidad teniendo en cuenta que entre que acabo de cenar y me voy a la cama apenas suele pasar una hora. Eso sí, cumplo religiosamente una cosa que me comentaron el otro día y he comprobado que es efectiva: comer 6 veces al día. De este modo el metabolismo no para, pero además no llegas con tanto hambre a la siguiente "comida principal". Mi esquema es este:

Pre-Desayuno Café
Desayuno
Almuerzo Té o fruta
Comida
Merienda Infusión o 1/2 sandwich
Cena

La cuestión es comer cada 2 o 3 horas. Más veces, pero menos cantidad. Para llevar un control apunto (casi) todo lo que como, sobre todo las principales y, si me paso al mediodía, procuro cenar muy ligero. Este paso de apuntarlo todo, con el tiempo, dejaré de hacerlo, no me parece muy "sano" andar controlando lo que se come, es un tanto enfermiszo, pero mientras me habitúo a la NO dieta, prefiero llevarlo así.

Y, por último, pasar de la báscula. Confieso que en este paso he pecado. Se trata de pesarse sólo una vez por semana. Siempre el mismo día y a poder ser con la misma ropa (por aquello de evitar sustos, los vaqueros pesan una barbaridad y ni qué decir de algunos zapatos...). Yo me pesé el lunes pasado y el pecado lo cometí el sábado, que no me sufría la condición y tuve que subirme a la báscula. Pero la "pesada" oficial ha sido esta mañana tras la sesión de bici y me he bajado más feliz que unas castañuelas al comprobar que me dejé en el camino de la semana pasada 2 kilitos (entre ellos retención de líquidos...).

Así da gusto cambiar de hábitos. Parece que cuando vemos resultados más o menos rápidos nos animamos a seguir adelante. En cambio, si vemos que el esfuerzo apenas ha servido de nada pues...
¡Ah! Me dejo algo importante. Cuando hacemos algo bien, nos gusta que nos recompensen por ello. Por eso es necesario que también lo hagamos con nosotras mismas si nos portamos bien con "el plan". Una merendola, una cenita, algo de chocolate... o un caprichito, unas compras...

Cada semana iré metiendo alguna cosilla nueva al "plan". Esta, por ejemplo, toca ampliar el número de días que hago ejercicio. Andar ando todos los días y vivo con prisas (como dice mi madre) así que voy a todas partes con paso ligero, pero espero poder subirme más días a la bici e ir aumentando el tiempo. Intentaré ir contandoos mis progresos.


Ahora, cambiando de tema, supongo que todas o casi todas las que me seguís y leeis sabréis ya de esta encuesta, aún así os la dejo aquí. Las chicas de ATAGRAMA quieren ahcerla llegar a los fabricantes para ver si conseguimos que se nos escuche aunque sea un poquito y dejen de vestirnos con sacos de estampados horrendos sólo por tener una talla grande. PINCHA AQUÍ PARA VER LA ENCUESTA


¡Un beso! (y perdón por la chapa de hoy)

1 comentario:

  1. Buenas, me ha gustado mucho tu post de hoy. Estoy de acuerdo contigo, para perder peso no hace falta hacer dieta y pasarlo mal. Yo perdí peso comiendo de todo pero en menos cantidad, y sobre todo por las noches cenaba muy poquito, porque lo que ingiero por la noche ya no lo quemo, me voy en seguida a la cama. Por otro lado el fin de semana me descontrolo, pero no pasa nada porque el lunes vuelvo a mi rutina normal de comer poquillo, así que una cosa se compensa con otra. Eso sí, pan sólo como en el desayuno, y por la noche nada de dulces. Yo me pesaba una vez a la semana, nada más levantarme, sin ropa y después de hacer pipí :-)

    http://merysintacones.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...